lunes, 20 de septiembre de 2010

El papamoscas cerrojillo

Hola

Y hablando de pájaros migradores, el Papamoscas cerrojillo tiene entre nosotros unos movimientos poblacionales curiosos, muy llamativos aunque pasan desapercibidos para la mayoría de las personas que no se fijan en estas cosas.



Son de pequeño tamaño, incluso algo más pequeño que nuestro Gorrión y con un diferente plumaje entre sexos. El macho es blanco y negro, de tal forma que la cabeza y espalda son oscuras y la frente blanca igual que las claras manchas alares. La hembra es menos vistosa con colores marrones y un bordeado blanco en sus sus plumas secundarias alares.



El plumaje nupcial es muy temprano y ya en marzo los machos se visten de gala incluso antes de comenzar la migración, pero después de la muda de agosto ambos sexos se parecen tanto que es difícil diferenciarlos. Por eso se pensaba que los machos no emigraban y solo lo hacían las hembras porque en otoño los dos sexos son muy parecidos. Una cosa paradójica porque se les ve llegar a principio de primavera, procedentes de Africa tropical, pero los machos no parecían volver a los lugares de invernada.



Utilizan para anidar agujeros en los troncos muchos, de ellos fabricados y abandonados por los Picos Picapinos. Se da el caso de que algunos páridos usan el mismo agujero construyendo su nido sobre el del cerrojillo aunque ya estos hayan puesto sus huevos.



En estos momentos en donde los frutos del sauco ya están maduros es muy fácil verlos disputarse el alimento con las Currucas capirotadas, en los bordes de los caminos.

Adios

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Los Murciélagos de Monte Alduide (Zilbeti)

No sé porqué me da que en esta sección de los blogs de SEO Donostia vamos a hablar muchas veces de los murciélagos.



Hace tiempo que tengo contacto con estos singulares mamíferos y digo singulares por lo que tienen de sorprendentes. Ya iremos contando cosas de ellos.



No por estar en la edad de dar la paliza a los demás me voy afincar en ello, pero si conviene decir que empecé a interesarme por estos curiosos animales cuando un amigo y compañero de estudios le dio por estudiar sus parásitos. A quién se le ocurre buscar quirópteros para ver si tienen garrapatas o medir el tamaño de sus pulgas. En fin, cuando no se tiene otra cosa que hacer, ya se sabe.



Pero aparte de este episodio, poco he tenido que ver con ellos salvo cuando los vi enormes, en el llano venezolano, lamiendo la sangre que sabían sacar de las orejas de las vacas que pastaban por allí. Pero de estos episodios salían muchas leyendas rurales que no hacían más que colgar sambenitos a estos animalillos de dios.



En la IBA 085 (Roncesvalles – Irati – Selva de Abodi) y en los hayedos que allí son sanos y frondosos se han censado quince especies de murciélagos, de poblaciones en declive, muy protegidos, muchos de ellos migradores y que usan estos lugares para emparejarse y copular.



Muchos de ellos forman colonias de un solo sexo. Las hembras por un lado y los machos por el suyo (como en las sociedades gastronómicas) sobre todo cuando se acerca la época reproductora. Muchos machos de varias especies se reúnen en estos lugares pirenaicos de flora exuberante y uno de estos lugares parece ser el de Antxeri donde se quiere hacer la cantera de magnesita. ¡Vaya por dios¡. Allí acuden las hembras en celo, buscan el macho que revolotea en una nube con muchos más y ya se sabe, cada oveja con su pareja. No doy más detalles porque estamos en horario infantil.